Política

Últimamente le doy vueltas acerca de un viejo tema, en el sentido literal del término, por lo de ajado e incluso amarillento, la política. ¿De qué forma podemos hacer política al margen de los partidos políticos? Es uno de esos enfoques que ha quedado absolutamente fuera del encuadre del debate público que hacen los medios de comunicación a sueldo de las poderosas, que más que guardianes de la verdad parecieran perras de presa que se lanzan al cuello de cualquier persona u organización que saque los pies del tiesto.

Esto lo uno a una segunda idea, que creo que ya he expresado anteriormente en otra ocasión, y que de bien seguro volverá a salir en el futuro. La necesidad de transmitir en positivo, de generar esperanza, ilusión. Parecen estos términos de libro de autoayuda o de anuncio de producto, y por tanto caca, son capitalistas. Reflexiones un poco sobre ello, abro digresión.

El orden de los factores es el inverso. A las personas les gusta lo positivo y rechazan lo negativo. Parece de perogrullo, pero quizá si de verdad somos radicales nos iría bien analizar profundamente estos fenómenos esenciales. Lo que es positivo y lo que es negativo sin duda puede ser modelado por la propaganda, lo que ahora se puede denominar mercadotecnia. Es el debate de qué fue primero, si el huevo o la gallina. En mi opinión las emociones, lo esencial de la condición humana, cambia muy lentamente, por lo que creo que primero fue la esperanza, la ilusión, y luego vino el capitalismo con su innegable capacidad de engullir todo aquello que puede suponer negoci y producir engendros como los libros de autoayuda o el champú con extracto de camomila.

Pues bien, sin dar la espalda a aquel adagio de que para resolver un problema lo primero es reconocerlo, sí que tenemos que, además de señalar todo lo que está mal en el mundo, que no es poco, señalar alternativas, describir proyectos ilusionantes, y a ser posible que no sean para mañana, que sean para ahora.

Bueno, pues si unimos estas dos ideas, hacer política al margen de los partidos políticos y proponer proyectos en positivo, el panorama está casi expedito. Así a bote pronto solo soy capaz de identificar dos movimientos transversales con la capacidad real de transformar el mundo en positivo, y son por un lado el feminismo y por otro lado el ecologismo. Y sobre este segundo tengo mis dudas, porque de la forma en la que a veces se está formulando, no genera ilusión, no lanza mensajes en positivo. Cito porque no me quiero extender dos corrientes, la interesantísima extinción o rebelión y el decrecentismo.

Alguien me puede objetar que por qué hay que hacer política al margen de los partidos políticos. Si se ha inventado el martillo, ¿no es acaso pretender clavar clavos a puñetazos? Bien, este diario está preñado, y lo que sin duda vendrá, de todo tipo de ejemplos de los problemas que generan las empresas-partido, pero quiero detenerme en un aspecto, que podríamos denominar democracia indirecta.

Podemos poner como ejemplo un proceso electoral que ahora está en el candelabro, como dijo la ínclita Sofía Mazagatos. Pongamos que hablo de Madrid. Se celebran unas elecciones, en este caso a una comunidad autónoma, a la que concurren agrupaciones, partidos políticos o como usted quiera llamarlo. El que gane conforma gobierno, enseguida veremos cómo, y tiene un cheque en blanco para hacer lo que les de le gana durante cuatro años y el monopolio de la violencia durante dicho período.

Dicho así parece muy tendencioso. Bien, juzguen ustedes. ¿Hay algún tipo de restricción a su acción de gobierno durante cuatro años? No. ¿Hay algún tipo de regulación al respecto del deber de cumplir aquello que se prometió en campaña electoral, y que suele quedar escrito en su programa político? No. ¿Es habitual o raro el caso en el cual las promesas electorales no se cumplen? Juzguen ustedes.

Respecto al monopolio de la violencia está claro. La política que se encumbra al poder manda a la policía, no hay mucho más que hablar. Y este punto es importante, porque no hay manera de meterle mano desde abajo al que ocupa la poltrona. Se puede aducir que hay que dejar trabajar, que tienen que tener independencia, y todo eso está muy bien en la teoría, pero en la práctica una vez se les da el cheque en blanco, se arrogan la legitimidad y hasta la siguiente cita electoral.

Bien, la comunidad autónoma de Madrid tenía en 2019 algo más de 6,5 millones1 de habitantes, de los cuales unos 5 millones2 podían votar, de los cuales 3,2 millones ejercieron su derecho al voto3, que fue válido en casi su totalidad. A dichos comicios concurrían 154 candidaturas (este año se presentan 225), de las cuales obtuvieron escaños, y por tanto representación, tan solo 66. La candidatura menos votada obtuvo el 5% de los escaños, que pueden parecer poco, pero si hiciéramos la extrapolación al congreso de los diputados, solo cuatro formaciones exceden ese porcentaje de escaños. Pues bien, esa formación obtuvo poco más del 3,5% del censo electoral. Pero eso no es todo, cada uno de esos escaños le costó algo más de 25.000 votos. Si extrapolamos el cociente entre madrileñas respecto a voto (5 millones) respecto a su población total (6,5 millones) tenemos que aproximadamente el 76% de las empadronadas pueden votar. Pues bien, el 76% del distrito menos poblado del municipio de Madrid, Barajas (50.000 habitantes7) excede con creces el número de votos obtenido por cada escaño de la formación con menor número de votos y representación parlamentaria en la comunidad de Madrid.

¿A dónde quiero ir a parar con toda esta ensalada de números? Pues a detallar todas las barreras de entrada, que no son otra cosa, más o menos ocultas, que el sistema electoral pone para filtrar las ideas y los proyectos que al final tocan moqueta. Pero la cosa no acaba ahí, evidentemente luego hay que formar gobierno, para lo que la asamblea delibera y vota. Se tiene que obtener la mayoría absoluta de los 132 escaños que la componen. Eso hace que a falta de un reparto entre los partidos que presenten su candidatura, fundamentalmente dos, no creo que jamás pueda llegar a 3, partidos-empresa puedan tener opciones reales de mandar.

No creo que nada de lo aquí descrito sorprenda a nadie, ni sea nuevo. Pero sigo con mi perorata. En el supuesto, que ya es mucho suponer, que todas las ideas estuvieran más o menos representadas por todos los partidos políticos que concurren a las elecciones, ya hemos visto en este ejemplo que solo una parte (el 40%) tienen representación, y que de esas formaciones solo dos tendrán opciones reales de formar gobierno. ¿Qué es antes, el huevo o la gallina? ¿No hay personas que piensen distinto a los partidos políticos o los partidos políticos no representan, de forma más o menos proporcional, la diversidad de pareceres que tenemos las personas? Yo creo que está claro que es lo segundo.

Sigo adelante y aquí hecho mano de dos elementos aparentemente tan dispares, como un eslogan político por un lado y un valenciano ex-colaborador de Allende por otro.

El eslogan es “podemos”. Lo que yo interpreto, espero que de forma acertada, del eslogan que dio nombre a la marca, que dio nombre al partido, ahora una frase, pretendía reflejar la idea que ahora si, que ahora si las personas iban a “poder” llevar al poder, a todos los rincones del poder, sus ideas y los cambios que el país necesitaba. Y ¿cómo lo íbamos a conseguir? Pues a través de algo nuevo, de una serie de personas que iban a disputarle el poder a las poderosas en todos los frentes. Aquí los libertarios levantamos la mano para pedirle la palabra a la profesora:

-Profesora, profesora, ¿no se le atribuye la frase a Einstein, que debió de ser un tipo muy listo, de que si haces lo mismo los resultados serán idénticos?

-Si Pablito, así es. ¿Pero que tiene eso que ver con Podemos?

-Profesora, es que si se van a presentar a elecciones a través de un partido político, que es lo que se lleva haciendo al menos 40 años, no cambiará nada.

Juzguen ustedes si en esencia Pablito tenía razón, o era Pablo el que estaba en lo cierto.

Por otro lado tenemos al valenciano que salvó el pescuezo en el 73. Si, han acertado, se trata de Joan E. Garcés. Como me gustan esas misteriosas iniciales en el nombre de personas importantes. Estoy leyendo Soberanos e intervenidos8, a la búsqueda y captura de documentos que demuestren lo que es vox populi: que los que manejan los hilos no se presentan a las elecciones. El libro, publicado ya hace algunos años, desgrana de manera algo farragosa, he de decir, episodios en los cuales los Estados Fundidos de Anódica se meten en absolutamente todo, cual cuñado que entra al trapo en toda conversación en derredor a una paella familiar un domingo cualquiera. Pondré solo un ejemplo, que pese a ser de los años 40 estoy seguro de que en lo esencial no ha cambiado.

En las páginas 94 y 95 describe un conflicto laboral que tuvo lugar en Chile a finales de 1946 donde estalló un movimiento huelguístico en las minas de cobre propiedad de una empresa yanqui, Kennecott. Ni cortos ni perezosos los mandamases de los Estados Unidos decretaron el embargo de todos los créditos a Chile hasta que ésta, es decir, sus mandamases, resolvieran el conflicto en favor de los intereses de la empresa, y en detrimento de las trabajadoras. ¿Qué acabó sucediendo? Adivinen.

Concluyo resumiendo algunas ideas. En mi modesta opinión votar sirve para muy poco, y cada vez para menos, porque los que mandan no aparecen en las candidaturas. Por otro lado hay luz al final del túnel en forma de feminismo, ecologismo, cooperativas, apoyo mutuo, asamblearismo, autgestión, ateísmo, pacifismo, etc. Hay una serie de movimientos, acciones concretas, que son políticas, por supuesto que lo son, y que son de base, que no obedecen a las lógicas del poder. En cuanto se salen de madre, crecen demasiado o por el motivo que sea amenazan directamente al poder éste se encargará o bien de cooptarlo, o sencillamente de destruirlo.

Veo muy complicado tejer un gran movimiento que nos haga fuertes y a través del cual se pueda plantar cara, de tu a tu, al poder. Se ha demostrado muy difícil ponernos a todas de acuerdo, y además lo que sirve aquí es poco probable que sea útil en la India o en Brasil, allí hay otra realidad, tan sencillo como eso.

Hagamos política, documentemos el cómo, celebremos los éxitos, no nos apuñalemos, es posible, y todo lo que es posible puede ser real.

1https://www.ine.es/up/b9YBtUMSiI

2http://www.bocm.es/boletin/CM_Orden_BOCM/2019/06/07/BOCM-20190607-28.PDF

3Ibid.

4Ibid.

5https://www.bocm.es/boletin/CM_Orden_BOCM/2021/04/02/BOCM-20210402-1.PDF

6http://www.bocm.es/boletin/CM_Orden_BOCM/2019/06/07/BOCM-20190607-28.PDF

7https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Distritos_de_Madrid

8https://www.sigloxxieditores.com/libro/soberanos-e-intervenidos_17862/